En los veinte, la ropa comienza a ser mucho más práctica. La silueta vuelve a cambiar, descendiendo la cintura a su posición anatómica, marcando el talle y ensanchándose los hombros. Se populariza el traje de chaqueta para calle y se elige para fiesta los vestidos con grandes escotes en la espalda así como abrigos largos con pieles. La gran revolución es la falda corta que surge a mediados de la década anterior. Los sombreros desaparecen y se vuelve a dejar crecer el pelo. Se lleva, ser o parecer alta. En USA comienza la fabricación en serie de modelos comprados en Paris.
Triunfan los diseñadores: Coco Chanel, Nina Ricci, Elsa Schiaparrelli, Main Ainbocher, Augustabernard.